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lunes, 1 de julio de 2013

Lágrimas de sirena.

Regreso al mar que recoge mis lágrimas y me las devuelve con cada nueva ola que acaricia mi cuerpo. El embrujo se ha acabado, sin embargo, yo no quiero nada más que estar junto a él, a pesar de que me haya apartado de su lado de forma tan dolorosa.
Últimamente él había estado extraño y distante. Temerosa le pedí una explicación y me gritó como respuesta aquellas palabras que me obligaban a regresar.
Desaparezco impotente en las profundidades del océano, de donde no podré volver hasta que el canto de otro marinero me despierte de mi letargo y comience de nuevo el conjuro.