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jueves, 22 de agosto de 2013

Era la cosa mas bonita que había visto en mi vida. Podía ver su alma a kilómetros de distancia. Si el alma de los mortales era como una chispa, la suya era como un incendio entero. Parecía casi sobrenatural, casi proveniente de los dioses. Su pureza era tal, que su alma calentaba la mía, y tenia la certeza de que si la tocaba, me quemaría entero. Pero no me importaba. Y fue cuando la toqué, cuando sentí el primer roce de su piel contra la mía, que me embargó una melancolía y una tristeza tan grande, que vació mi cuerpo, mi mente y mi alma y quedé a merced del dolor y la soledad. 
Y no entendí como algo tan bello podía estar tan profundamente desgarrado
Y llore y llore y seguí llorando hasta que no quedo una sola gota de agua en mi cuerpo, y entonces la miré. Y lo que vi me impacto de tal forma que nunca mas pude olvidar su mirada, que me acompañaría cada noche junto con la verdad escrita detrás de sus ojos durante el resto de mi vida: ella no podía llorar porque su pena era tan grande, que ninguna palabra podría describirlo y ninguna lagrima podría ser suficiente

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